Sección históricaEl ARA Bahía Buen Suceso en el Apostadero Naval MalvinasAcción de los buques del Apostadero Naval Malvinas
Como se indicó en la introducción, la evolución del conflicto condujo a que el número de responsabilidades asignadas al personal del Apostadero aumentase notablemente. Así debieron realizarse diversas tareas, entre las que pueden citarse: el minado de las vias de acceso naval, el patrullaje de las islas, el rescate de combatientes, el pilotaje de barcos a través de los campos minados y la distribución de equipos, alimentos, medicamentos, combustibles, armamentos y otros aprovisionamientos para el personal asentado en los distintos puertos de las Malvinas. Para efectuar estos trabajos vitales, se embarcó a parte del personal del Apostadero en distintos tipos de unidades navales que debieron realizar un largo periplo por las aguas malvinenses, luciendo el pabellón argentino en condiciones de extremo riesgo; considerando que se enfrentaban al bloqueo aeronaval británico establecido a partir del 12 de abril y carecian de comunicaciones, medios de detección, socorro y armamentos adecuados para su defensa. El desamparo de estos buques se agravó tras el 2 de mayo, por el forzado repliegue de la Flota de Mar Argentina hacia el continente, producto del trágico hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano por parte de un submarino británico de propulsión nuclear. El grupo naval afectado a estas misiones estaba formado por un conjunto muy heterogéneo de transportes de la Armada, buques de la Marina Mercante y barcos requisados a la Gobernación Colonial y a empresas particulares. Para llevar a cabo las misiones asignadas, los buques navegaban muy cerca de la costa, caleta por caleta, para que su presencia no se notase en los radares enemigos, por el efecto de enmascaramiento producido por los ecos provenientes de la tierra firme circundante. Asimismo se minimizó el uso de la radio, empleando claves y expresiones del argot argentino durante los breves contactos. Como es fácil imaginar, estas circunstancias dieron lugar a una gran cantidad de aventuras y anécdotas, que han ido conformando una verdadera tradición oral que se ha ido manteniendo viva en la reunión anual de camaradería del Apostadero. |